Cambio de Comportamiento para la Agricultura
Un enfoque de diseño centrado en el comportamiento para motivar las acciones de los agricultores por el clima y los medios de vida
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Nuestro sistema alimentario incluye agricultores, consumidores, agroindustrias, redes de distribución y cadenas de suministro en todo el mundo. La agricultura es un sector único, que posee una dualidad en la que afecta y se ve afectado por el cambio climático. La tala de bosques para el cultivo y el pastoreo de ganado contribuye hasta con un 30% de las emisiones climáticas globales. Al mismo tiempo, los agricultores dependen del suelo, las aguas subterráneas y otros servicios de los ecosistemas que son vulnerables a nuestro clima cambiante.
Las respuestas de los agricultores a la imprevisibilidad de las estaciones y los ciclos de cultivo desequilibrados (el aumento de los insumos químicos, el uso de agua) mejoran temporalmente la productividad, pero conllevan costos a largo plazo del agotamiento del agua subterránea, nuevas plagas y reducción de la agrobiodiversidad.
El mundo está siendo alimentado actualmente por más de 570 millones de granjas en todo el mundo. La mayoría de ellos son pequeños, operan en menos de dos hectáreas y son de gestión familiar. Los pequeños agricultores suministran la mayor parte de los alimentos en los países en desarrollo, incluidas algunas de las megaciudades del mundo. Un pilar del empleo y la subsistencia de las mujeres en los espacios rurales, los pequeños agricultores son la clave para la resiliencia climática y la seguridad alimentaria durante generaciones.
Entonces, ¿qué impide que los agricultores cambien sus comportamientos? Las barreras externas (falta de apoyo financiero, cadenas de valor de explotación, servicios de extensión inadecuados) y las barreras internas (sesgos cognitivos, brechas de información, incapacidad para integrar conocimientos técnicos) juegan un papel importante.
